Nuestros Orígenes
Nuestra Congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción se inició con un profundo carácter de vida conventual y monástico, heredado del espíritu franciscano de los Colegios Apostólicos de Propaganda Fide de Pachuca, y transmitido por nuestro Padre Fundador Fray José del Refugio Morales Córdova
Fr. José del Refugio Morales |
Fuimos un modesto esfuerzo suscitado por el Espíritu Santo como respuesta a las necesidades del Pueblo de Dios, ante la situación del País, para conservar, sostener y difundir los grandes valores de la vida consagrada, bajo la protección maternal de
NUESTRO CARISMA
Ser en la Iglesia miembros constructivos mediante la entrega total a Cristo pobre y humilde, para restaurar la viña del Señor en la oración, sacrificio y acción apostólica.
Nuestro carisma procede de la profunda experiencia de Dios que el Espíritu Santo concedió a San Francisco de Asís, a quien, con una vida de total conversión a Dios en la oración y en la penitencia, dio respuesta a la invitación divina: "Francisco, repara mi Iglesia"
Nuestras primeras hermanas Sor María de la Luz de Cristo Crucificado, Sor Juana Méndez de San Felipe Neri y Sor María del Refugio Maldonado de la Preciosa Sangre, siguiendo el testimonio y la inspiración apostólica de nuestro padre Fundador, participaron de estos ideales y nos los transmitieron.
Nuestras primeras hermanas Sor María de la Luz de Cristo Crucificado, Sor Juana Méndez de San Felipe Neri y Sor María del Refugio Maldonado de la Preciosa Sangre, siguiendo el testimonio y la inspiración apostólica de nuestro padre Fundador, participaron de estos ideales y nos los transmitieron.
NUESTRA VIDA APOSTÓLICA
Nuestro apostolado principal será el testimonio auténtico de vida consagrada mediante la fiel observancia de nuestro compromiso evangélico de seguir a Cristo pobre y humilde, el cual fomentaremos constantemente con la oración y la conversión.
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