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Pastoral Vocacional y Etapas de Formación

PASTORAL VOCACIONAL

La pastoral vocacional es deber de todo cristiano, se dirige a auxiliar a la Iglesia en su servicio de mediación entre Dios que llama y los que son llamados. Nosotras nos comprometemos a promover vocaciones a la vida consagrada , ante todo con la oración y el testimonio de nuestra vida religiosa y promoverla dentro de la Iglesia, dándo a conocer las obras de la Orden Seráfica y de nuestra Congregación esta forma de vida.

FORMACIÓN



Dios mismo formó a su Pueblo, dándole a conocer su voluntad en la Ley y en los Profetas, aún en circunstancias adversas, que grabaron enseñanzas muy profundas en el corazón de Israel. La pedagogía divina se encarnó en Jesús, el Siervo de Yahvé, quien instruyó, acerca de los misterios del Reino, a sus apóstoles, inciadores del nuevo Pueblo, su Iglesia, a quien sigue formando por la acción del Espíritu Santo, fiel promesa del Padre que nos guiará hasta la verdad completa.
La Bienaventurada Virgen María es nuestro modelo; con Ella recorremos día a día el camino que conduce a Cristo y aprendemos, bajo su mirada maternal, las enseñanzas que maduran nuestra entrega a través de todas las etapas de nuestra formación.



San Francisco de Asís acogía con bondad a quienes, por divina inspiración, abrazaban su forma de vida. Se esmeraba con gozo y solicitud por formar a sus hermanos, con la palabra y con el ejemplo, en la pobreza y en la sencillez, y los adelantaba a caminar con pasos seguros en el camino del Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. 

La labor educativa y formativa de nuestros Fundadores se orientó a adoctrinar moral, espiritual y religiosamente a sus hijas, basándose en el seguimiento de Cristo pobre y humilde. En fidelidad a este carisma, nuestra labor en el campo de la formación se orienta a descubrir la autenticidad de la vocación en las hermanas que el Señor nos dé y a motivar en ellas  una respuesta cada vez más adecuada y madura a esta vocación.

Las etapas del proceso de formación inicial son:
  • Aspirantado
  • Postulantado
  • Noviciado
  • Juniorado
ASPIRANTADO


El Aspirantado es la etapa donde se continúa la formación humana y cristiana de la candidata, acompañada de su respectiva maestra.

En esta etapa se pone especial atención al aspecto humano, cristiano y vocacional de las formandas, así como el sentido de pertenencia a la Congregación.
Un año de preparación en la Casa Aspirantado en Jonacatepec, Morelos.


POSTULANTADO



Esta etapa tiene como objetivo que la postulante continue su formación humana, cristiana, fanciscana y congregacional para hacer un buen discernimiento antes de comenzar el noviciado.


La postulante ayudada por su maestra, clarifica y profundiza sus motivaciones para dar una respuesta conciente, libre y responsable al llamado de Dios y a las exigencias del noviciado.



Un año de preparación en la casa de Postulantado-Noviciado en Tlazala, Edo. de México


NOVICIADO
El noviciado tiene como finalidad que la novicia conozca mejor su vocación divina, confirme el llamado a esta Congregación,  experimente nuetra forma especial de vida y forme su mente y corazón en el espíritu de la misma.



El noviciado comienza con la ceremonia privada prescrita por el rito de iniciación a la vida religiosa. Descubren y asimilan a la luz de la fe, los grandes valores del compromiso evangélico dentro de nuestra espiritualidad franciscana.




Se forma a las novicias en la práctica de las virtudes humanas y cristianas, especialmente la abnegación de si mismas, la humildad y la alegría franciscana; se les ayuda a profundizar en la oración, a guardar la unión con Dios y a recibir con ánimo pronto las inspiraciones del Espíritu Santo.


Los estudios doctrinales de las novicias estan dirigidos al conocimiento amoroso de Dios y a fomentar la vida de fe; por consiguiente se les instruye en la contemplación del misterio de la salvación, en la lectura y meditación de la Sagrada Escritura, y se preparan para el culto divino en la sagrada liturgia.



Son conducidas progresivamente para asimilar el estudio, índole y fin de nuestra Congregación con el estudio de la Regla, las Constituciones, Vida y Escritos de nuestro Fundador, historia de la Orden Franciscana y de nuestra Congregación.



Tiene una duración de dos años, que transcurren en la casa Noviciado en Tlazala, Edo. de México.

El primer año es canónico, dedicado a la formación espiritual de las novicias. El segundo año, las novicias pueden dedicarse por tiempo que no exceda a tres meses, a una actividad apostólica fuera del noviciado.Terminado el tiempo del noviciado, la novicia se prepara a su profesión religiosa.

PROFESIÓN RELIGIOSA


Por la profesión religiosa nos comprometemos con voto público a vivir los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, somos consagradas a Dios por el ministerio de la Iglesia y quedamos incorporadas a nuestra Congregacion.



Los votos tienen un carácter primero temporal y luego perpetuo. El tiempo de votos temporales es de seis años, durante los cuales la profesión se renueva cada año a petición de la hermana. 

JUNIORADO


El juniorado tiene como fin ayudar a la juniora, a continuar y perfeccíonar gradualmente su formación humana, espiritual, apostólica, doctrinal y práctica, según el servicio que ofrecerá a la Iglesia y a la sociedad, obteniendo incluso, títulos válidos tanto en lo eclesiástico como en lo civil.


Transmitido el tiempo por el cual se emitió la profesión temporal, la hermana idónea y que lo solicite espontáneamente, será admitida a la renovación de sus votos o a la profesión perpetua.


Esta etapa tiene una duración de seis años.


PROFESIÓN  PERPETUA











Por la Profesión Perpetua somos consagradas definitivamente al Señor y nos incorporamos plenamente a nuestra Congregación, el anillo es signo externo de nuestra consagración perpetua.


FORMACIÓN PERMANENTE



Por nuestra vocación existe en nosotras una acción permanente del Espíritu Santo que nos impulsa a vivir la vida virginal, pobre y obediente de Jesús y de su Santa Madre. Por consiguiente, con la gracia divina, colaboramos personalmente en nuestra formación continua, para lograr una constante renovación de nuestro ser y hacer, que nos lleva a la madurez en Cristo, hasta que Él sea todo en nuestra vida.



La formación de las hermanas es tarea de toda la vida, a traves de ella desarrollamos de modo ininterrumpido los talentos propios, que fortalecen la unión con Dios, acrecentamos la vivencia de nuestros votos religiosos y nos esmeramos por crecer en el testimonio evangélico, según la invitación de Nuestro Seráfico Padre San Francisco: "Comencemos hermanos, a servir al Señor nuestro Dios, porque bien poco es lo que hasta ahora hemos progresado."




¡VEN Y SIGUEME!


Es la invitación que hoy te hace Jesús, a través de nuestro Seráfico Padre San Francisco de Asís y bajo la protección de nuestra Santísima Madre, la Inmaculada Concepción.


No tengas miedo, porque el Dueño y Señor de la vida te ha dotado de inmensos dones para la misión que te tiene encomendada.


Abre tus oídos y tu corazón a la voz de nuestro buen Dios.


¿Aceptas?


Envianos un Email y con gusto atenderemos tus dudas, así mismo te ofrecemos ayuda para clarificar tu vocación.

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