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domingo, 12 de junio de 2011

Capilla Virtual de Oración

Enlace a la Capilla de María Visión, donde puedes adorar a 
JESÚS SACRAMENTADO.

 


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JESUS, yo confío en Ti. 
Te amo con todas las fuerzas de mi ser. 
Bendito y Alabado Seas, mi Dios y mi Todo,
 Gloria y Alabanza a tu Santo Nombre por toda la eternidad..

Juan Pablo II cantaba a la Eucaristía
"enamorado de Cristo", recuerda Cardenal



El Nuncio Apostólico Emérito de Checoslovaquia y República Checa, Cardenal Giovanni Coppa, recuerda un episodio que lo sorprendió del Papa Juan Pablo II en uno de sus viajes cuando lo vio de rodillas y cantando solo ante el Sagrario "que era como un coloquio de amor con Cristo".     En un artículo publicado por L'Osservatore Romano este 2 de abril en el sexto aniversario de la muerte del Papa Wojtyla, el Cardenal recuerda su viaje a República Checa en 1995, cuando ya comenzaba a usar un bastón a causa de su alicaída salud, pese a lo cual "tenía todavía fuerzas para usar las escaleras en vez del ascensor"…   


"La primera noche de aquel viaje, luego de volver de la cena con los obispos, bajó a la capilla ante el Santísimo.   Las hermanas habían preparado para él un gran reclinatorio, pero prefirió rezar en uno de las bancas habituales.   Yo lo acompañaba, esperándolo afuera de la capilla".

La segunda noche, recuerda el Cardenal Coppa, "tuve que responder a una llamada urgente y no pude acompañarlo a la capilla.  Llegué luego, cuando ya estaba arrodillado.  Antes de entrar escuché como una música distinta, y cuando abrí silenciosamente la puerta, escuché como, arrodillado en la banca, cantaba sumisamente ante el tabernáculo".

"El Papa cantaba en voz baja ante Jesús Eucaristía: el Papa y Cristo en laHostia , Pedro y Cristo.  Fue para mí una cosa emocionante, un fortísimo reclamo de fe y amor para la Eucaristía, y a la realidad del ministerio petrino".



ROMA, 06 Abr. 11 / 12:31 am (ACI/EWTN Noticias)
Adoración al Santísimo

Para cantarte, mi Señor Jesús,
¡Como me gustaría 
tener ojos de aguila, corazon de niño 
y una lengua bruñida por el silencio!
Toca mi corazon, Señor Jesucristo;
tocalo y verás como despiertan los sueños enterrados
 en las raices humanas desde el principio del mundo.
Todas nuestras voces se agolpan a tus puertas.
Todas nuestras olos mueran en tus playas.
Todos nuestros vientos mueren en tus horizontes.
Los deseos mas reconditos, sin saberlo, 
te reclaman y te invocan.
Los anhelos mas profundos 
te buscan impacientemente.
Eres noche estrellada,
Musica de diamantes,
Vertice del universo,
Fuego de pedernal.
Alli donde posas tu planta llagada, alli el planeta arde en sangre y oro.
Caminas sobre las corrientes sonoras y por las cumbres nevadas.
Suspiras en los bosques seculares. Sonries en el mirto y la retama.
Respiras en las algas, hongos y liquenes.
Por toda la amplitud del universo mineral y vegetal 
te siento nacer, crecer, vivir, reir, hablar.
Eres el pulso del mundo, mi Señor Jesucristo.
Eres aquel que siempre esta viniendo desde las lejanas galaxias, 
desde el centro igneo de la tierra, y desde el fondo del tiempo; 
vienes desde siempre, desde hace de millones de años - luz.
En tu frente resplandece el destino del mundo 
y en tu corazon se concentra el fuego de los siglos.
Deslumbrado mi corazon ante tanta maravilla 
me inclino para decirte; Tu seras el rey de mis territorios.
Para ti sera el fuego de mi sangre.
Tu seras mi camino y mi luz, la causa de mi alegria, 
la razon de mi existir y el sentido de mi vida, 
mi brujula y mi horizonte, mi ideal, mi plenitud y mi consumacion.
Fuera de ti no hay nada para mi.
Para ti sera mi ultima cancion.
¡Gloria y honor por siempre a ti, Rey de los siglos!

AMEN

Por siempre sea Alabado!
Mi Jesus Sacramentado.


Oración para una visita a Jesús Sacramentado 
por el Papa Juan Pablo II

¡Oh Jesús de mi alma, encanto único de mi corazón!, heme aquí postrado a tus plantas, arrepentido y confuso, como llegó el hijo pródigo a la casa de su padre. Cansado de todo, sólo a Ti quiero, sólo a Ti busco, sólo en Ti hallo mi bien. Tú, que fuiste en busca de la Samaritana; Tú, que me llamaste cuando huía de Ti, no me arrojarás de tu presencia ahora que te busco.

Señor, estoy triste, bien lo sabes, y nada me alegra; el mundo me parece un desierto. Me hallo en oscuridad, turbado y lleno de temor e inquietudes...; te busco y no te encuentro, te llamo y no respondes, te adoro, clamo a Ti y se acrecienta mi dolor. ¿Dónde estás, Señor, dónde, pues no gusto las dulzuras de tu presencia, de tu amor?

Pero no me cansaré, ni el desaliento cambiará el afecto que me impulsa hacia Ti. ¡Oh buen Jesús! Ahora que te busco y no te encuentro recordaré el tiempo en que Tú me llamabas y yo huía... Y firme y sereno, a despecho de las tentaciones y del pesar, te amaré y esperaré en Ti.

Jesús bueno, dulce y regalado padre y amigo incomparable, cuando el dolor ofusque mi corazón, cuando los hombres me abandonen, cuando el tedio me persiga y la desesperación clave su garra en mí, al pie del Sagrario, cárcel donde el amor te tiene prisionero, aquí y sólo aquí buscaré fuerza para luchar y vencer.

No temas que te abandone, cuando más me huyas, más te llamaré y verteré tantas lágrimas que, al fin, vendrás... Sí..., vendrás, y al posarte, disfrutaré en la tierra las delicias del cielo.
Dame tu ayuda para cumplir lo que te ofrezco; sin Ti nada soy, nada puedo, nada valgo... Fortaléceme, y desafiaré las tempestades.

Jesús, mío, dame humildad, paciencia y gratitud, amor..., amor, porque si te amo de veras, todas las virtudes vendrán en pos del amor.

Te ruego por los que amo... Tú los conoces, Tú sabes las necesidades que tienen; socórrelos con generosidad. Acuérdate de los pobres, de los tristes, de los huérfanos, consuela a los que padecen, fortalece a los débiles, conmueve a los pecadores para que no te ofendan y lloren sus extravíos.

Ampara a todos tus hijos, Señor, más tierno que una madre.

Y a mí, que te acompaño cuando te abandonan otros, porque he oído la voz de la gracia; a mí, que no te amo por el cielo, ni por el infierno te temo; a mí, que sólo busco tu gloria y estoy recompensado con la dicha de amarte, auméntame este amor y dadme fortaleza para luchar y obtener el apetecido triunfo.

Adiós, Jesús de mi alma salgo de tu presencia, pero te dejo mi corazón; en medio del bullicio del mundo estaré pensando en Ti, y a cada respiración, entiende. oh Jesús, que deseo ser tuyo.

Amén.

ORACIÓN DE LIBERACIÓN
Padre, sabemos que nadie nos ama tanto como tú, por eso hoy, en tu presencia, queremos entregarnos y abandonarnos en tus manos. Queremos rendirnos incondicionalmente a Ti.
Señor Jesús, hoy, por la fe, nos colocamos a tus pies, allí en el Calvario, en el momento exacto en que orabas por nosotros pecadores y decías: “Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen”
OH Señor Jesús, verdaderamente no sabemos lo que hacemos. Cuánto pecado instalado en nuestro corazón, cuanto odio, rencor, amargura, resentimiento, injurias, inclusive hacia aquellos que más tenemos que amar. Y tú nos das tu perdón.
Hoy queremos acoger ese perdón. Y por eso, arrepentidos, pedimos que tu sangre generosa venga sobre nosotros y sobre cada miembro de nuestra familia para purificarnos..
Señor Jesús, pedimos que, en el poder de tu espíritu Santo, tu reveles a cada uno de nosotros las amarguras y resentimientos que aún habitan en nuestro corazón.
Y ahora, Señor Jesús, tomados de tu mano, nos acercamos a todas las personas que nos ofendieron y perdonamos, en tu nombre, cualquiera que hayan sido las faltas que cometieron contra nosotros. Señor, en tu Nombre, pedimos que tu Sangre nos lave de todo odio y rencor que aún habita en nosotros.
Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida. Sé que Tú me darás la fuerza para perdonar.
Señor, quiero que me sanes de cualquier ira, amargura y resentimiento hacia Ti, por las veces que sentí que Tú mandaste la muerte a mi familia, enfermedad, dolor de corazón, dificultades financieras o lo que yo pensé que eran castigos. ¡Perdóname, Jesús, Sáname!
Señor, perdono a mi madre por las veces que me hirió, se resintió conmigo, estuvo furiosa conmigo, me castigó, prefirió a mis hermanos y hermanas a mí, me dijo que era tonto, feo, o si llego a decirme que no era deseado, que fui un accidente, una equivocación o no era lo que quería.
Perdono a mi padre por cualquier falta de apoyo, falta de amor, o de afecto, falta de atención, de tiempo, o de compañía, por beber, por su mal comportamiento, especialmente con mi madre y con mis hermanos, por sus castigos severos, por desertar, por estar lejos de casa, por divorciarse de mi madre, por no serle fiel.
Señor, perdono a mis hermanos y hermanas que me rechazaron, dijeron mentiras de mí, me odiaron, estaban resentidos contra mí, competían conmigo por el amor de mis padres; me hirieron físicamente o me hicieron la vida desagradable de algún modo. Les perdono, Señor.
Señor, perdono a mi cónyuge por su falta de amor, de afecto, de consideración, de apoyo, por su falta de comunicación, por tensión, faltas, dolores o aquellos otros actos o palabras que me han herido o perturbado.
Señor, perdono a mis hijos por su falta de respeto, obediencia, falta de amor, de atención, de apoyo, de comprensión, por sus malos hábitos, por cualquier mala acción que me puede perturbar.
Señor, perdono a mi abuela, abuelo, tíos, tías y primos, que hayan interferido en la familia y hayan causado confusión, o que hayan enfrentado a mis padres.
Señor, perdono a mis parientes políticos, especialmente a mi suegra, mi suegro, perdono a mis cuñados y cuñadas.
Señor, hoy te pido especialmente la gracia de perdonar a mis yernos y nueras, y otros parientes por matrimonio, que tratan a mis hijos sin amor.
Jesús, ayúdame a perdonar a mis compañeros de trabajo que son desagradables o me hacen la vida imposible. Por aquellos que me cargan con su trabajo, hablan de mí, no cooperan conmigo, intentan quitarme el trabajo. Les perdono hoy.
Señor, me perdono por cualquier intromisión en ocultismo, horóscopos, sesiones, adivinos, amuletos, tomado tu nombre en vano, no adorándote; por herir a mis padres, emborracharme, usando droga, por pecados contra la pureza, por adulterio, aborto, robar, mentir
Ahora perdono a mi párroco y los sacerdotes, a mi congregación y mi iglesia por su falta de apoyo, mezquindad, falta de amistad, malos sermones, por no apoyarme como debieran, por no usarme en un puesto de responsabilidad, por no invitarme a ayudar en puestos mayores y por cualquier otra herida que me hayan hecho; les perdono hoy.
Señor, perdono a mi jefe por no pagarme lo suficiente, por no apreciarme, por no ser amable o razonable conmigo, por estar furioso o no ser dialogante, por no promocionarme, y por no agradecerme mi trabajo.
Señor, perdono a mis amigos que me han decepcionado, han perdido contacto conmigo, no me apoyan, no estaban disponibles cuando necesitaba ayuda, les presté dinero y no me lo devolvieron, me criticaron.
Señor Jesús, pido especialmente la gracia de perdonar a esa persona que más me ha herido en mi vida. Pido perdonar a mi peor enemigo, la persona que más me cuesta perdonar o la persona que haya dicho que nunca la perdonaría.
“Gracias Jesús, porque me estás liberando del mal de no perdonar y pido perdón por todos aquellos a los que yo también he ofendido.
Padre Santo, Señor Jesús, Tú eres nuestro Dios y Padre. Nosotros te adoramos y bendecimos tu nombre. Tu nos dijiste “Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, vuestro Padre Celestial los perdonará. Pero si no perdonan a los hombres, tampoco vuestro Padre los perdonará” (Mateo 6, 14-15.. por eso hoy te pedimos y damos el perdón,Te exaltamos y nos alegramos en Ti, porque eres nuestro Creador. Nosotros te damos toda honra y gloria, toda gracia y poder y te agradecemos, porque cada día nos renuevas con tu amor. Gracias Jesús por tu amor.

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